martes, 3 de junio de 2008

Otros cielos

Hay una persona importante en mi vida, de la que no he hablado aún: Ale.
Tal vez por la reciente separación y por tener algunas heridas todavía por lamer.
Hace una semana cortamos uno de los últimos hilos que nos unía. Ahora sólo nos quedan los recuerdos, las anécdotas, los regalos, las fotos.
Sus fotos, maravillosas, han capturados trozos de mí, han conseguido dar imagen a algún pensamiento o estado de ánimo.
Esta es una de ellas:



Gracias Ale...

Pd: si queréis ver más fotos suyas: www.alejandromaestre.es

sábado, 31 de mayo de 2008

Bullying

Esta mañana fui a un encuentro de jóvenes que representaban obras de teatro sobre el tema del acoso escolar.
Uno de mis trabajos en Lapsus consiste en ver nuevas propuestas de espectáculos o talleres y valorar si se ajustan a nuestra línea (la sensibilización). Y cuando es así, los ofrecemos a las entidades con las que trabajamos desde hace años.
Es genial ir de aquí para allá viendo montajes, pero también he de decir que siempre te has de quedar hasta el final aunque tengas un ataque de bostezos con lo que estas viendo. O levantarte tempranito en fin de semana...
Lo de hoy era una muestra de unos talleres que realiza un grupo de teatro social, con el que trabajamos actualmente.
El Bullying o acoso escolar es un tema muy hablado actualmente, pero como muchas cosas, existe desde que se tiene memoria. Sólo que actualmente nos dedicamos a poner un nombre más moderno y ver como se puede solucionar ( moving, violencia de género, etc).
La obra comprendía varios sketches que ilustraban la situación de una adolescente en su instituto, y los insultos y maltratos que recibía por parte de sus compañeros. El pasatismo por parte de otros y la poca implicación de padres y profesores.
Al final de la representación se realizó un debate en el que se planteaban diferentes soluciones al problema, y se probaba la propuesta representando nuevamente el sketch con esta variante.
Nuestra sorpresa (para padres, alumnos, profesores y servidora) fue que la madre de la joven que representaba el papel de la acosada, nos comentó que no podía creer que su hija se hubiera animado a hacer dicho personaje, ya que había sufrido bullying en carne propia. Hasta habían tenido que mudarse de su casa de toda la vida. La emoción nos invadió a todos los presentes. No pudimos evitar las lágrimas, y sus compañeros, atónitos, tuvieron el buen instinto de correr a abrazarla.
Y fue en ese momento que recordé la primera vez que subí a un escenario hace casi 15 años. El profesor me preguntó por qué quería estudiar teatro y yo contesté: "para perder la vergüenza"; a lo que él me contestó: "esto es teatro, no terapia".
En ese momento tuve la sensación de que se equivocaba, y hoy, tengo la certeza.
Si a esta quinceañera le sirvió para revivir su experiencia y enseñar a sus compañeros que algo se podía hacer para evitar o resolver esa situación, bienvenida sea esa terapia.
Cualquier instrumento que pueda ayudarnos a quitarnos miedos o evitar situaciones terribles, es válido.
Cada vez que represento "La maté porque era mía, teatro-debate", tengo la sensación que algo estoy haciendo. Cada vez que miro a los niños a los ojos y les explico un cuento sobre convivencia intercultural, lo siento.
Por eso estoy en este mundo, nada fácil, pero al final, reconfortante.
Así que os recomiendo ver más teatro e ir menos al psicólogo o al tarotista.

Aún tengo la piel de gallina...

Increíble!!!

Os invito a disfrutar con el increíble Ennio Marchetto...

jueves, 29 de mayo de 2008

8 años no es nada...

... y es todo.
El 30 de mayo del 2000 puse mis pies en estos pagos. Con 21 años poco gastados y unas ganas tremendas de "conocer mundo". Quién iba a decirme que en lugar de conocer ese mundo tan ansiado, acabaría por conocerme a mi misma.
En ocho años:
He aprendido que las relaciones pueden construirse nuevamente desde la distancia.
He caído en que tengo "acento", que soy yo la que habla raro...
He comprobado que el humor se ha de aprender.
He aumentado mi léxico y ahora hablo argentinocatalánespañol.
Me he enamorado y desenamorado.
He tenido trabajos realmente curiosos.
Descubrí mi proyecto de vida: Lapsus.
Quemé algunos complejos y me reí de mi misma.
He tenido mi primer accidente y operación.
Re-aprendí a andar en bici.
Vi cambiar mi cuerpo, hacerme adulta.
Hice de mis amigos, mi familia.
Experimenté compartir piso, vivir en pareja y vivir sola.
Me olvidé de algunas cosas y recordé otras.

Ahora me encanta la paella y el helado de dulce de leche. El Pop-indie español y el rock argentino. Isabel Coixet y Campanella. Gasalla y Buenafuente. Los buses y los colectivos. 

Me siento catalina o argentana. Un poco de aquí y de allá.

8 años es tiempo, che!
8 años son la ostia!

Salud! (i força al canut!)



martes, 27 de mayo de 2008

Solo humor

Sin ánimo de ofender chicos! Qué "esa cosita" nos encanta a las churris... jeje!!!

sábado, 24 de mayo de 2008

Nuevos placeres

Supongo que cada edad tiene sus pequeños y grandes placeres.
De muy peque, ir al zoológico es motivo para quitarte el sueño. Más tarde, ir al cine con tus amig@s. Luego, que te dejen vacacionar con los compis del secundario. Estar de fiesta toda la noche. Tener varios amantes...
A la puerta de los treinta, me encuentro disfrutando de otras cosas, y lo curioso es que por más sencillas que puedan llegar a parecer, me inundan de la misma sensación de alegría, que los paseos por el zoo.
Ahora disfruto de una buena cena en casa con amig@s, contándonos felicidades y miserias.
Me encanta ir con Romi y Pere a probar una nueva clase de yoga.
Me deleita caminar por Barcelona a altas horas de la madrugada escuchando música.
Meterme en la cama recien duchada y con las sábanas limpitas.
Me gusta quedar para tomar un café.
Hacer reflexo una vez a la semana.
Llamar a mi familia y cotillear.
Que me regalen bombones o cualquier dulce.
Me gusta quedarme en casa un sábado noche, leyendo en la cama.
Dormir, sabiendo que no por eso dejo de hacer cosas.
Cocinar... y comer.
Escribir este blog.
Encontrar placer en las cosas más sencillas me hace sentir, que para estar bien no necesito hacer grandes planes o esfuerzos.
El placer, simplemente, está aquí. Y la gran destreza, es saber descubrirlo.

lunes, 19 de mayo de 2008

Diosas cíclicas

Mientras la industria farmacológica crea píldoras para reducir los períodos de la mujer, en Buenos Aires se realizan talleres para recuperar el respeto por los ciclos que tenían los pueblos originarios.

Por: Magela Demarco

"Qué mal humor que tenés hoy, ¿te está por venir?", ""Estás histérica, por favor, que te venga rápido así se te pasa", "Uy, qué sensible, ¿estás en 'esos' días?", son frases que las mujeres estamos acostumbradas a escuchar. Y lo mismo ocurre desde las publicidades que vemos en televisión: esos días somos unas pobres chicas, que nos odiamos a nosotras mismas, que no podemos hacer que nos cierre el pantalón, que nos sentimos como si fuésemos ¿otra?, etcétera, etcétera. Tan mala prensa tiene que hasta muchas de nosotras renegamos de nuestro ciclo femenino, y pasar por "esos días" -y los seis o siete previos- es una complicación. Inclusive, desde hace unos años la industria farmacológica llegó a crear unas píldoras anticonceptivas que reducen las doce menstruaciones anuales a cuatro, "Y los 84 días promedio de sangrado por año pasan a ser sólo 28", enuncian los folletos que las promocionan. 

Para María José Gutiérrez Marques, Instructora en Bioenergética yestudiosa de las energías femeninas, quien se dedica a dar talleres llamados "Círculo de mujeres", todos estos mensajes no hacen más que alejarnos de nuestra esencia, de lo sagrado femenino, y de lo que nos caracteriza como mujeres "Mes a mes recorremos distintos estados energéticos y emocionales. Y cada una de esas sensaciones y sentimientos tienen relación con las cuatro diferentes fases, por las que las mujeres atravesamos en cada ciclo mensual-menstrual" , explica Marques, y recuerda que antiguamente, las diferentes culturas , por ejemplo los pueblos aborígenes respetaban mucho "esos días" de la mujer, en donde las indígenas se reunían en sus "cabañas rojas", a hacer sus oráculos de adivinación, justamente cuando estaban sangrando, porque era el momento de mayor sensibilidad, percepción y visión. Era a ellas a quienes se les iba a consultar acerca de cuál era el mejor momento para ir a un enfrentamiento, una conquista de territorio, o agrandar la descendencia. "Las cuestiones cruciales para las tribus se les iban a consultar a estas mujeres que tenían un contacto muy especial con su ciclicidad y la respetaban. En la actualidad, en cambio, en esta conquista nuestra de los espacios que antes eran exclusivamente masculinos, rehusamos y dejamos de lado cosas que son esenciales de nuestro género. Hoy la menstruación está vista como algo -como mínimo- molesto, cuando gracias a que menstruamos podemos engendrar vida", reflexiona Marques. 

Sin embargo, en esta cultura actual de la panza chata y la delgadez extrema - requisitos contrarios a la anatomía natural femenina- que alude a lo externo y a no respetar nuestro interior, aunque ya no sepamos las causas, las mujeres seguimos teniendo el registro de estos cambios energéticos y emocionales que nos ocurren mes a mes". Por eso, Marques comienza sus talleres preguntando lo siguiente: "¿Cómo te sentís hoy?", y luego: "¿Te acordás de la fecha de tu última menstruación?". "Me siento contenta, con pilas para hacer veinte mil cosas", fue lo que contestó Patricia, a quien la menstruación se le acabada de ir hacía dos días. Patricia se encontraba en la "Fase de la Diosa Joven ", que se corresponde con los 7 días posteriores a la finalización de la menstruación, aproximadamente; y la descripción de su estado anímico coincidía con precisión con las energías que prevalecen en este estadio. 

"Esta fase que más o menos es de una semana tiene que ver con el momento donde la mujer está absolutamente plena para iniciar cosas, con más energía, en la cual, si la vivimos en conciencia se ancla nada más y nada menos que nuestra autoestima. La mujer, sali ó del repliegue y empieza un período de extroversión", e xplica. La siguiente fase es la de la "Diosa Adulta", que se inicia aproximadamente durante nuestra ovulación: día 14 de nuestro ciclo. Según Marques, este es el momento donde nuestra energía de expansión se pone de manifiesto en las relaciones vinculares. "Como nuestra capacidad de entrega se encontrará muy activa, deberemos estar más atentas a no dar más energía que la necesaria. Todo lo que entreguemos llenas de amor y despojadas de cualquier sentimiento egoísta, debemos practicarlo primero con nosotras mismas", agrega. 

" La Diosa Anciana Sabia", es la fase siguiente, que comienza aproximadamente una semana antes de producirse el sangrado. Aquí comienza una etapa introspectiva de recarga energética y evaluación de lo vivido. Comenzamos a estar más perceptivas, a través de nuestros sueños se manifestaran los mensajes de nuestra "anciana sabia" que todas llevamos dentro, tenemos el valor para manifestarnos con una sinceridad a veces despiadada con los otros, es un momento propicio y necesario para la creación en cualquiera de sus expresiones", detalla Marques. Y la última es la fase de " La Diosa Oscura o Bruja" que se inicia el primer día en que comienza nuestro sangrado. Aquí, nuestra energía necesita replegarse hacia nuestro interior, es nuestro momento más introspectivo. "Estamos más intuitivas, también más cansadas que lo habitual, deberemos darnos en lo posible el espacio para descansar, en todo los sentidos, no sólo físico. Este tránsito simboliza la aceptación de lo que ya pasó y la preparación para la afrontar la incertidumbre del futuro, por eso, la maduración de distintos procesos y su cierre se ven favorecidos en esta etapa. Estaremos también más abiertas a recibir información de otros planos más sutiles", explica Marques. 

"Si podemos entender que esto que nos pasa tiene un motivo que es nuestra propia identidad femenina, nuestro propio tránsito energético, vamos a dejar de pelearnos con las emociones que no entendemos porque empezamos a tener un registro conciente y, por lo tanto, a aceptarlas. La mujer debe volver a sincronizarse con la naturaleza", reflexiona Marqués. El segundo estadio de los talleres incluye a los hombres. "Una vez que realizamos el trabajo interno con nosotras mismas, el objetivo posterior es analizar las relaciones hombre y mujer desde esta nueva percepción. El objetivo final es compartir esta nueva conciencia con los hombres, poder expresarles qué es lo que realmente nos pasa, para poder 'entendernos y tomarnos' a nosotras mismas en nuestra completud y sabiduría" , concluye Marques. 

domingo, 18 de mayo de 2008

Zombies en el metro

Hoy me he levantado a las 6.45 am, para ir a una muestra de teatro fuera de la ciudad. A esas horas no soy yo. Me miro al espejo y en lugar de mi cara veo un dibujo, de éstos que tienes los puntos numerados y al unirlos, se forma una figura. 
Así que comienzo: 1, 2, 3, 4: un ojo... 5, 6, 7, 8: el otro... 9, 10, 11: mi nariz... 12, 13, 14, 15: mi boca, etc...
Cuando al fin consigo salir a la calle, después de verificar que llevo las llaves, el dni, el móvil, ropa, etc... me toca entrar al metro.
El metro a esas horas es una dimensión desconocida, una extraña mezcla entre lagañosos trabajadores y desencajados fiesteros. Unos van y otros vienen. Pero ambos tienen algo en común: todos parecen zombies.
Cada vez que vivo esta situación, que por suerte se da poquísimas veces al año (debería estar prohibido levantarse antes de las 9!) recuerdo una canción de El Sobrino del Diablo. El Sobrino es un cantautor-humorista que colabora hace años con Lapsus y quien ha inaugurado los conciertos íntimos que hacemos en nuestro local.
Os invito a escucharlo, que disfruten! Yo... me voy a hacer una siesta...


sábado, 17 de mayo de 2008

Se busca vergüenza, pago recompensa

Se la vió por última vez antes de subirme a un escenario, más o menos en el año 95.
Es de aquellas que evitan:
Sostener la mirada a alguien por la calle.
Bailar y cantar, porque sí, y en cualquier lugar.
Hablar de sexo como quien habla del tiempo.
Reírse como una verdadera bruja y que tus amigos artistas sepan que has venido a su función.
Tirarse encima de un hombre que te gusta sin fijarte si está disponible.
Comerse varias raciones de postre y aceptar el tuper al marchar.
Llorar a moco tendido con las pelis clase B de los sábados por la tarde.
Desnudarse por cualquier causa justa o injusta.
Usar botas verdes, como las del anuncio de Neutrex.
Dormir hasta que te duela la cara de tenerla pegada en la almohada.
...

Por suerte, aún me sonrojo y disimulo. Pero si la ven por ahí, decidle que se pase un día por casa. Mis amig@s, se lo agradecerán.

lunes, 12 de mayo de 2008

Mis accidentes

Al llegar a la adultez casi todo el mundo puede contar batallitas y bochornosas anécdotas, quebraduras, operaciones, enfermedades, etc...
De bochornos y batallitas hablaré en otro momento. Y de enfermedades... por suerte siempre he gozado de buena salud.
Voy a hablar de mis accidentes.
Gracias a ellos he llegado a ser conocida entre amigos y familiares como el "peligro humano".
Accidente uno de esta saga:
Enero de 2002. Trabajando en un bar de Nou Barris, mientras hacía un suculento bocata de fuet y pa amb tomàquet, corto con la máquina, loncha, loncha, loncha, y tapa de dedo índice derecho.
Pensé que era una tontería, me vendé el dedo y seguí con el bocata. Al salir al mostrador casi se desmaya una clienta por ver la chorrera que emitía mi dedo. Me llevaron a urgencias y me quemaron la punta del dedo con nitrato de plata. Los días siguientes, además de llevar el dedo achicharrado, tuve que llevar un "condón" de dedos, inspirando las bromas más fáciles imaginables.
Nota: en Rambo se ve guay, pero que te quemen el dedo, jode mucho.
Accidente dos:
Enero de 2006. Reunión en Lapsus. Estoy sentada en una modernísima silla IKEA, hago un movimiento para acercarme a la mesa,  mi dedo meñique de la mano derecha queda atrapado y en un segundo siento una ligera presión. Lo acerco a mis ojos, y que veo? mi dedo explotado. Sí, había explotado, como si alguien le hubiera puesto una pequeña bomba.
Nadie a mi alrededor daba crédito de lo sucedido. Hasta en el hospital fliparon. Ocho minipuntos y unas cuantas semanas de vendajes hicieron que volviera casi a su estado natural.
Nota: cuando en los dibujos animados, ilustran los dedos golpeados, rojos y latentes... nada más cierto!!!
Accidente tres:
Abril de 2006. En una de mis poco frecuentes visitas al gimnasio. En la zona de "belleza absoluta" (sauna, jacuzzi, masajes, cama solar...) me desmayo y me rompo la nariz en mil pedacitos. La primera escayola de mi vida, derecho a la nariz.
Dolor? ninguno, pero si mucha impresión cuando el médico se subió a la camilla y me "juntó" la nariz con sus manos. Al quitármela, vio que una de mis fosas nasales estaba obstruida y por tanto al respirar, podía escucharse un agudo sonido de flauta. Primero pensé en sacarle partido y apuntarme a una orquesta y tocar en el Liceu, pero luego accedí a la propuesta del médico de operármela y dejarla en su sitio.
De la operación he de decir varias cosas: no me enteré de nada porque me durmieron muy-muy bien. Lo de las luces en el techo cuando te llevan en la camilla, mola un montón! Orinar en posición horizontal es humanamente imposible! Y despertarte rodeada de gente que te quiere aunque tengas la cara de un cuco, es genial.
Contando la actual, han pasado tres narices por mi cara. Sólo estoy a 362 del home del nassos.
Lo positivo de todo esto es que no me da miedo hacer puenting, paracaidismo, jumping, escalada, submarinismo, rafting, parapente, esquí acuático ni boxeo profesional. Sé que de esa manera no puede pasarme nada. 
Para romperme, me basto yo.

sábado, 10 de mayo de 2008

Nota al "Barcelona llueve"

"Llover" al igual que otros verbos meteorológicos, es impersonal, no puede conjugarse. Por tanto la frase "Barcelona llueve" sería totalmente incorrecta.
Sin embargo, cual niño tremendamente travieso, que sabe que eso no se toca, pero le brillan los ojos y le tiembla el pulso de sólo pensar en tocar lo que NO se toca; hago que sea Barcelona la que llueva y no que llueva sobre ella.
Además, si a Borges le verdea un álamo frente a su ventana...

Barcelona llueve

Son casi las dos de la madrugada. Una fina lluvia baña Barcelona. Hace mucho tiempo que la ciudad tiene la garganta seca, y este torrente, se agradece... 
Es como un susurro (xiuxiueig en catalán, me encanta como suena!). Y lo mejor: ahora voy a zambullirme en mi cama y voy a taparme hasta la nariz. Dormiré hasta que me despierte, porque sí.

En un último xiuxiueig viene a mi Cortázar con su "Aplastamiento de gotas"

 Yo no sé, mira, es terrible cómo llueve. Llueve todo el tiempo, afuera tupido y gris, aquí contra el balcón con goterones cuajados y duros, que hacen plaf y se aplastan como bofetadas uno detrás de otro, qué hastío. Ahora aparece una gotita en lo alto del marco de la ventana; se queda temblequeando contra el cielo que la triza en mil brillos apagados, va creciendo y se tambalea, ya va a caer y no se cae, todavía no se cae. Está prendida con todas las uñas, no quiere caerse y se la ve que se agarra con los dientes, mientras le crece la barriga; ya es una gotaza que cuelga majestuosa, y de pronto zup, ahí va, plaf, deshecha, nada, una viscosidad en el mármol. 
 

    Pero las hay que se suicidan y se entregan enseguida, brotan en el marco y ahí mismo se tiran; me parece ver la vibración del salto, sus piernitas desprendiéndose y el grito que las emborracha en esa nada del caer y aniquilarse. Tristes gotas, redondas inocentes gotas. Adiós gotas. Adiós.


jueves, 8 de mayo de 2008

Cuestión de imagen

Creo que no hace falta decir nada. Este cuento habla por sí mismo. Es uno de mis preferidos, y en las sesiones de adultos, suelo explicarlo.
Pertenece a Augusto Monterroso, un escritor guatemalteco maravilloso, que en 2003 nos dejó como legado un sin fin de divertidas fábulas para pensar. 
Nos ha regalado con el cuento más corto conocido: "Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí" y con "La oveja negra" ilustrando la represión como tradición.

Se llama "La rana que quería ser una rana auténtica"

Había una vez una rana que quería ser una Rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello.

Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad. Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl.

Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una Rana auténtica.

Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían.

Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una Rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella todavía alcanzaba a oír con amargura cuando decían que qué buena rana, que parecía pollo.

Punto pelota.

martes, 6 de mayo de 2008

Sino fuera por Texas...

Señora y señores, a esta altura del partido todavía se sigue hablando de "la clave de la felicidad". Una teoría a mi ver requetedemasiadobsoleta. Tenerlo todo o no tener nada? Ser rubia de ojos azules o un moreno cachas? Tener mil hijos o ninguno? Viajar? Salir en la tele? Follar como un conejo?.
Felicidad, que bonito nombre tienes, pero no te creo! Creo en que hay momentos felices y momentos desgraciados, y, por suerte! La linealidad en cualquier estado sería mortal para nuestra especie. El sólo hecho de pensarlo, me hace erizar la piel.
Pero se ve que en Texas lo tienen claro, y yahoo, lo avala, ya que ha utilizado su espacio de noticias, para publicar esto:

¿Quién es más feliz: el que quiere lo que tiene o el que tiene lo que quiere?

domingo 4 de mayo, 7:00 PM

(www.saludyciencias.com.ar) Algunos sostienen que la felicidad no está en tener lo que uno quiera, sino en querer lo que uno efectivamente tiene. Un argumento optimista bastante esperanzador pero que hasta el momento no se ha podido comprobar, no al menos, desde un punto de vista científico.

Pero ahora resulta que un grupo de psicólogos de la Texas Tech University (ubicada en los Estados Unidos) dicen que sí, que es factible probarlo. Así las cosas, Jeff Larsen y Amie McKibban (de la Wichita State University) tomaron a un grupo de estudiantes como parte de un testeo durante el cual se les pidió, por ejemplo, que indicasen si tienen ciertos objetos materiales.

En total, el conjunto de materiales sumaron 52, entre automóviles, camas, estéreos, televisores, computadoras

Los resultados obtenidos (y publicados en la edición de abril de Psychological Science´s Journal) sugieren que las personas puedan crecer acostumbradas a sus posesiones y que, por eso mismo, la felicidad que deriva de tener esos objetos materiales es menor.

El argumento de los investigadores no se queda allí, sino que también sugiere que las personas pueden seguir deseando las cosas que poseen y que aquellos hombres y mujeres que sienten esto son los alcanzan un mayor grado de felicidad.

"El mero hecho de tener un montón de cosas no es la clave para la felicidad puntualiza Larsen-. Nuestros datos muestran que también es necesario apreciar esas cosas cuando uno las tiene. Y que además es importante mantener el deseo por aquello que uno no tiene bajo control."

Durante los estudios, si los voluntarios examinados eran dueños de un automóvil, los investigadores les pedían que indicaran cuánto querían a ese coche en particular. En el caso de quienes no lo tuvieran, entonces el pedido pasaba por expresar cuánto deseo sentían de tener uno.

De allí en más, Larsen y McKibban calcularon en qué medida las personas quieren los que tienen y tienen lo que desean. Sus conclusiones muestran que querer lo que uno tiene no es lo mismo que tener lo que uno quiere. Aún cuando las personas que tienen lo que ellas pretenden tienden a desear dichos ítems (materiales o inmateriales), la correlación entre los dos está lejos de ser perfecta.

Los investigadores hallaron que los individuos que desean más de lo que tienen tienden a ser más felices que aquellos otros que quieren menos lo que tienen. Sin embargo, las personas que tienen más de lo que desean tienden a ser más felices que aquellos que tienen menos de lo que quieren.

Tal vez la mejor síntesis sea aquella que expresó el cantante argentino Andrés Calamaro: "Quiero a la mujer que tengo y tengo a la mujer que quiero".


Y mi opinión es: querramos lo que tenemos y lo que no; y aceptemos lo conseguido, pero no sin pelear por nuestros sueños (Toma Calamaro!)

domingo, 4 de mayo de 2008

Música para mis oídos

Todo el mundo tiene sus grupos favoritos, esos por los que de adolescentes haces mil sacrificios para juntar la pasta para la entrada del concierto, comprarte el nuevo CD o la camiseta oficial.
Uno de mis grupos es Bersuit Bergaravat (La Bersuit). En una de mis espontáneas incursiones radiales, en el 94, conocí al pelado de la Bersuit. Con una amiga y mi prima Andrea, comenzamos a concurrir a una radio (Radio Sol) en la Paternal, particularmente al programa "Imágenes" que conducía un pelilargo, al mejor estilo Bon Jovi cuando hacía la banda sonora de "Comando Especial" (que guapo Johny Deep! por dios!). El pelilargo lleva el nombre de Fernando ( y no sé más... nada más).
Fue ahí, en esa entrevista, donde hablaba de sus primeros discos (los mejores, para mí) y del tema que se pasaba por la radio causando escándalos en algunos oyentes, ya que hablaba de la masturbación (Una papita).
Conseguí los CD y me hice fan. En casa tenía un poco chungo lo de escucharlos, ya que sus letras eran un tanto transgresoras y a mis viejos no les hacía nada de gracia que mis hermanos peques estuvieran cantado "hijos de puta, hijos de puta.. como nada puedo hacer, puteo...)
Lo curioso de esta banda - además de su excelente música y sus letras- era su estética: tocaban en pijama. La razón por la cual utilizaban este atuendo, según han contado, era para homenajear a los locos del Hospital de Salud Mental Borda (cuna de la radio La Colifata, ahora conocida gracias a la publi de Aquarius).
Así que los primeros fans, en esas épocas de conciertos en localuchos de mala y media muerte teníamos dos opciones: o pintarnos la camiseta o ir en pijama. Como adivinarán, la segunda era mi opción preferida. Encontrarme con mi novio y sus colegas, todos enpijamados era genial.
Hoy esta banda se ha hecho grande y cada tanto se dejan caer por aquí. En el 2004 asistí al primer concierto que hicieron en la sala Razzmatazz con mi pijama azul de soles y lunas, como no.
Para espanto de mi pareja de entonces, fui convidada a subir al escenario y bailar con la banda (-Ésta es de las viejas, dijeron).
Y... lo que pasa también con la distancia, es que a uno le cuesta seguir el ritmo. Los últimos discos los he escuchado menos y casi no me sé las letras de las canciones.
Igual me sucede con mis bandas de gritos y pogo: La Renga, Los Piojos, Patricio Rey y sus redonditos de Ricota, Ataque 77, etc
Ahora escucho lo que me acerquen a los oídos: disfruto como una loca de Sabina, he encontrado un feeling rockero con los MClan, bailo desaforada con Dusminguet, me muero de risa con El Gary y su banda ancha y recientemente he descubierto una banda que seguramente se haga grande-grande: Love of Lesbian (www.myspace.com/loveoflesbian)
Así que Bustamante o Bisbal, no os preocupéis, si me encontráis inspirada, también os bailo.

Cosas mías II

Mi primer novio, Dante, era cantante, y ahora licenciado en filosofía con un par de libros publicados. Tenía una banda llamada "La Herejía Rock" que aún hoy suena por los escenarios, en Madrid y con el plantel renovado.
Una de sus maneras de quererme era transcribiendo sus canciones y obsequiándomelas(Le escribiré para preguntarle si me permite colgar alguna de ellas)
Así que mi manera de despedir la relación, también fue una canción:

Buscando otro sol

Ella vivía soñando
con un mar de sensaciones
encadenada a aquel fantasma
buscando un destino entre mil razones.

Ella no quería morir
pero gozaba llamando a la muerte
el sabor agrio de aquellos miedos
quizás podrían cambiar su suerte.

Perseguida por su pasión
se perdió en amores ajenos
y la soledad fue compañera
y humilde asesina de sus recuerdos.

Y al huir halló a un soñador
quien le enseñó que para vivir
es cuestión de saber luchar
ella creyó en sus palabras
y entre utopías echó a volar.

Él le mostró que los corazones
se desnudan sobre una mesa
ella creyó en sus razones
y refugiándose en el silencio
echó a dormir entre sus canciones.

Y hoy sigue buscando otro sol
algo que la ayude a cambiar
a escapar del odio y la rutina
y ser libre una vez más...


Desafinaducha

No voy a hablar de frustraciones, porque sería una tontería decir que estoy frustrada a los 29 años, cuando todavía hay muchas cosas que puedo hacer. Tal vez, si mi aspiración hubiera sido ser supermodelo, o competidora olímpica y superdotada trabajando en la NASA, tal vez... pero mis ansias en gran parte están cumplidas y otras llegaran o no, no es algo que me quite el sueño.
Por tanto hablaré de la música como un ansia.
Me he pasado la vida cantando: por la calle, en la ducha, mientras limpio o cocino, etc. y siempre como un perro...
Admiro terriblemente a las personas que no desafinan y a las que tocan uno o varios instrumentos.
Me encantaría tocar la guitarra y el piano. De momento mis incursiones  musicales nos han pasado de la flauta dulce de plástico (la melos!) y la melódica (el feliz cumple y poco más). Espero ponerme pronto a tomar clases.
Y lo de cantar, igual. En alguno de mis espectáculos he de cantar, pero si tengo la suerte que sea con Joaco (el romántico empedernido que me acompaña en varios montajes), aprovecho para cantar bajito, así no se nota. Y cuanto me toca hacerlo sola, pongo caras muy graciosas, para que los niños se rían de mis muecas y no atiendan su dolor de oídos.
En fin, ahora tengo ganas de cantar y lo haré. Por suerte, kika no se queja y vosotros no me escucháis...

lalalalalalalalalalalal....

Otras miradas

Esta más que claro que cada uno ve las cosas a su manera. Si eso lo trasladamos a los medios de comunicación, la cosa toma otra dimensión: lo que cada dueño de medio de prensa escrita, televisión, radio, etc... tenga como postura moral y política, se traslada a su programación y a su forma de ver el mundo.
El año 2001 ha sido un año tristemente memorable para muchos argentinos: varios presidentes en una semana, corralito, cacerolazos, saqueos, etc.
En los telediarios parecía que en Argentina se había desatado la tercera guerra mundial. Llamaba preocupada a mi familia y amigos y todos coincidían en que la cosa estaba bien fea, pero no era una batalla campal.
Así que me dediqué a juntar recortes y artículos sobre mi lejano país para, en algún momento posible, comparar las versiones.
La primera imagen es una extracción totalmente intencionada de la tapa de un períodico. La foto no corresponde al titular, pero resulta curiosa.
Los dibujantes también han tenido su apreciación del asunto:


Y vosotros? Cómo veis el mundo?

sábado, 3 de mayo de 2008

El baúl de los recuerdos

Estos días me he puesto a hurgar entre mis recuerdos. Trato de no acumular cosas, cosillas y cosazas, pero cuesta tanto!
Este blog, será ese baúl.


Mi adolescencia


En parte igual a todas y en parte igual a ninguna.

A los trece tuve la gran suerte (tras el examen de inglés que saqué 95 sobre 100 - 2 errores! y todavía los recuerdo!) de entrar en el Mariano Acosta. La Escuela Normal Nº2.
Cuando escucho a amigos hablando de lo chunga que fue su vida en el instituto, los profesores pasotas y los compañeros idiotas, pongo cara de extrañada porque no viví nada de eso (bueno, algún compañero idiota puede ser...).
El Mariano Acosta fue una especie de club para mí. Pasaba todo el día en él, entrara o no a clase. Los profesores (muchos ex-alumnos de la institución), amaban sus paredes tanto como he llegado a hacerlo en el período escolar. Era lo que podría llamarse una escuela "progre":pintadas y carteles, un centro de estudiantes movilizando mentes, un periódico propio "El Pupo"(el ombligo en versión tierno pueril), orquesta, taller de teatro, sala de música y pintura, fiestas rockeras los fines de semana (del Acosta in Concert salieron algunas bandas ahora conocidillas), misiones a un par de escuelas apadrinadas, etc.
Hasta cuarto año fuí lo que se suele llamar "traga" (ni sables, ni fuego, sino libros). Tenía un promedio altísimo y me horrorizaba cada vez que sacaba una nota más baja de 8.
Pero el gran cambio estaba a punto de llegar: El taller de teatro.

En el 95, la cooperadora (AMPA) del Acosta, dispuso los recursos para llevar a cabo un taller de teatro, dos días por semana de 18 a 21hs. De repente, la sala de actos se convirtió en un pequeño teatro, con sus luces, su telón y su sonido. 
Acudimos en bandadas y la magia comenzó. De la mano de Horacio Ladrón de Guevara montamos varias obras de teatro, de un nivel casi profesional. Se realizaban cásting para los papeles, se diseñaba el vestuario y hasta había material de difusión.
Aquel año fue el llamado "Año Cortaziano".
El maravilloso (y es absolutamente subjetivo) escritor Julio Cortázar, muchos años antes había estudiado en nuestra escuela (de hecho hay un cuento "la escuela de noche" que habla del Acosta), y los que estudiamos allí absorbimos, como por ósmosis, su encanto. Los profesores de literatura se deleitaban enseñándonos sus textos surrealistas.
Horacio, transportó esa magia al teatro. Después de una adaptación del impostor inverosímil Tom Castro y una obra feminista llamada "A Eva le sienta bien la esquizofrenia" donde servidora interpretaba a una japonesa engañada con ofertas de trabajos maravillosos, llegaba al país y terminaba trabajando en un puestito en la ruta (chiringuito en la carretera); representamos el capítulo 33 de Rayuela (Susana y yo éramos la Maga), "aplastamiento de gotas" y "Cuento sin Moraleja". esta última obra contaba con la participación de los integrantes del taller infantil de teatro (y allí estaba Renzo, con 8 añitos, el hijo de mi actual socia y amiga Mabel).
Mi idilio con Cortázar nació en mi adolescencia y, de la misma forma que hace casi 15 años, me produce un gran placer leerlo y releerlo.
El grupo de la obra "A Eva le sienta bien la esquizofrenia" nos llamábamos "Las hijas de Don Acosta". Con 15 y 16 años hacíamos una escena final en la cual nos quitábamos nuestros personajes, quedábamos en ropa interior (para escándalo de algún padre) y luego nos poníamos un vestido de fiesta. Al finalizar decíamos la siguiente frase "Devolveme la manzana, tomá tu costilla y San se acabó", tras la cual y para sorpresa de muchos (entre los que me incluyo) mi tieta se puso de pie y aplaudió. Dos frases más tarde, acababa la obra. Pero estaba claro que esa frase, era un buen final.


Si clickáis sobre la foto, podréis ver el programa completo y el texto de T. H. Lawrence.

Continuará...